La importancia de proteger la boca y los dientes
Las consultas odontológicas en salud resultan fundamentales para detectar cualquier tipo de patología que afecte a las piezas dentarias y que pueda desencadenar enfermedades tanto localmente como en el resto del organismo.
Las piezas dentarias juegan un rol elemental en la masticación, en la estética y en la fonación. Los tejidos periodontales son aquellos que dan sostén a las piezas dentarias en el hueso.
¿Porque es determinante la prevención bucodental?
La enfermedad periodontal no diagnosticada y, por ende, no tratada es causa frecuente de la pérdida de piezas dentarias y también un factor desencadenante de complicaciones. En ciertos casos, pueden llegar a ser severas, ya que al facilitar el ingreso de bacterias al torrente de sangre favorecen la aparición de infecciones cardiovasculares y la adhesión de microorganismos a las placas ateromatosas* de los vasos sanguíneos. Resulta así un factor más de riesgo de afecciones cardíacas.
Además de ser responsable de diversas patologías, el hábito de fumar también genera un efecto nocivo sobre los tejidos periodontales. La placa bacteriana del fumador es más adherente y más difícil de eliminar de la superficie dentaria por el alquitrán que proviene del humo del cigarrillo. En el fumador también se altera el PH bucal (acidez de la cavidad oral) y, por este motivo, se incrementa la cantidad de microorganismos de la placa bacteriana, que afectan aún más los tejidos periodontales.
Riesgos en pacientes embarazadas y personas diabeticas
Las infecciones periodontales no tratadas pueden traer consecuencias graves en pacientes diabéticos y en embarazadas. En relación a la diabetes, la liberación de sustancias de las bacterias presentes en las infecciones que padece el tejido periodontal puede dificultar la acción de la insulina. Con respecto al embarazo, la enfermedad periodontal no tratada es causa de nacimientos prematuros y de bebés con bajo peso, casos similares a los que ocurren con madres fumadoras o con abuso de alcohol.
De lo expuesto, surge la importancia de la higiene y del control de las enfermedades orales, de esta manera, actuamos también en la prevención de enfermedades sistémicas.
(*) Placas de ateromas: son lesiones focales que se inician en la capa interna de una arteria.
Técnicas del correcto cepillado
Porque una boca sana comienza con un correcto cepillado, los especialistas recomiendan:
1) Colocar el cepillo de dientes en ángulo sobre la línea de la encía. Mover suavemente hacia adelante y hacia atrás. Repetir con cada diente.
2) Cepillar la cara interna de cada diente, usando la técnica anteriormente explicada.
3) Utilizar la punta del cepillo para cepillar detrás de cada uno de los dientes anteriores de arriba y de abajo, con especial énfasis en la superficie para masticar de cada diente.
4) No olvidar cepillar la lengua. Complementar el cepillado con el uso de hilo dental.
5) Cortar aproximadamente 45 cm de hilo dental y enrollarlo en los dedos medios de ambas manos, dejando unos 12 cm entre uno y otro.
6) Deslizar suavemente entre los dientes hasta llegar por debajo de la línea de la encía.
Concurrir regularmente al odontólogo es la forma adecuada para garantizar nuestra salud bucodental.